lunes, 13 de junio de 2011

Apicultura en los montes de Oballo y Vega del Tallo

Apicultura en los montes de Oballo y Vega del Tallo

Los primeros documentos escritos donde se hace referencia a la importancia de las abejas en el medio rural datan de la epoca anterior a los romanos. No podemos precisar con exactitud cuales fueron los origenes de la apicultura en los pueblos de Oballo y Vega del Tallo, lo que si podemos asegurar con total veracidad es de las enormes posibilidades mieliferas de las que disponen los montes, ebido a la gran variedad de flora de altisimo valor apicola.

La influencia oceanica que existen en los concejos del interio, suaviza las condiciones climaticas desarrollandose una vegetación mesófila. La existencia  de unos suelos acidos y pobres en los que la deforestación provocada por el hombe en estos montes a favorecido la apariciónde un monte bajo que favorece unas floraciones apicolas muy abundantes. Los pricipales arbustos existentes en estos montes son las ericaceas, cuyas distintas especies florecen de forma escalonada a lo largo de año comenzando en febrero y marzo, con la erica Australis (Ganzo negro, con flores violaceas), a primeros de mayo florece la Erica Arborea, (Ganzo blanco, con flores blancas), en el mes de junio, primeros de julio, florece la Daboecia Cantabrica y la Erica Umbelata, a finales de julio y primeros de agosto florece laErica Cinerea (el Rubion, con flores de color rojo) junto con la Erica Vagans y la Erica Ciliares. La ultima floracion se da en septiembre y corresponde a la Calluna Vulgaris (setembrina ).
A la gran cantidad de brezales existentes debemos de sumar otros arbustos y plantas silvestres como la xinesta o xestas (Cytisus multiflorus), El toxu o la cotoxa (ulex europaeus), arbustos como las espineras y los sabugos y arboles como el castaño, el roble, lo que da una idea de la gran variedad melifera en nuestros montes.

Desde luego la vegetación existente en la zona es un factor importante que favorecio el desarrollo de la apicultura en la zona. Pero a este factor de la vegetación debemos de añadi otros factores realcionados con la cultura y la historia de las comunidades humanas. Los conocimientos que demuestran poseer la elección de los lugares para el asentamiento de los colmenares en el monte y el manejo de las abejas influyen mucha en el desarrollo de la apicultura.
                  Erica Arborea                                                                                                                          Erica Australis













Ademas de los factores anteriormente expuestos, la historia ha influido en el crecimiento de la apicultura en la zona. La influencia monastica que existia por la cercania del convento de los monjes Benedictinos de Corias, quienes influyeron  notablemente en la explotación apicola desde la Edad Media.

En algunos casos el monasterio era propietario de los terrenos que aforaban y arrendaban para la explotación de las familias o pueblos enteros. En las primeros momentos predominaban los censos o rentas que se cobraban con especies como la cera que era muy apreciada por los monasterios para la elaboración de las velas destinadas a dar luz en los santos oficios (al ser esta producida por un insecto virgen). La cera paso a ser una de las especies mas utilizadas para pagar las  rentas hasta el siglo XIV, e incluso hasta la llegada de la desamortización de Mendizabal en el año 1842, un porcentaje muy importante de las rentas era pagado con la cera virgen de las abejas. Tengamos en cuenta como dato anecdótico que el monasterio de San Juan Bautista de Corias recaudaba 5.500 onzas de cera lo que equivale a 158 kg procedente de los concejos de Allande, Cangas del Narcea y Tineo.

Esta influencia monastica feacientemete demostrada en la zona quizas tengas mucho que ver en la existencia de gran cantidad de cortines o talemeiros al oeste del rio Narcea, mientras que al este del rio son contadas las edificaciones destinadas a la proteccion de las abejas.

 Es difícil determinar el origen de los cortines en los montes de los pueblos de Oballo y Vega del Tallo, pero lo que si es cierto es de su existencia en el Catastro del Marques de la Ensenada hacia el año 1759, y dada la importancia de la apicultura en la las ordenes religiosas existentes a lo largo de la Edad Media,  debido al empleo de sus productos como pago de las rentas al monasterio de Corias, podemos considerar con total seguridad que su origen esta directamente relacionado con el asentamiento benedictino de los monjes en el monasterio.

Hasta nuestros dias llegaron restos de cortines que un dia fueron grandes productores de miel y cera para su tiempo. En la antigüedad la existencia de cortines grandes era al igual que disponer de horreos o paneras grandes sistoma identificativos de familias pudientes económicamente

A día de hoy año 2011, el unico cortin que dispone de abejas es el cortin que la Casa de Botatal tiene en el reguero de las Chamas de Rocabo.

Hasta hace unos 20 años, tenian abejas ademas del anteriomente mencionado, los Cortines que la Casa el Conde y la casa Avelina tienen en la zona de Cheireo.

Ademas de estos existen, algunos asentamientos mas, de los que en la actualidad apenas quedan tramos de las antiguas paredes destruidas, como:

·      el cortin de casa Fordalis en Cheireo a lado de arriba del prado de Moirazo,
·      el cortin de casa Fordalis en la zona de Arcaxil.
·      el cortin de casa chiquito en Cheireo
A lo largo del pueblo eran numerosas las casa que tenian truebanos en los horreos, paneras, o simplemente al lado de la casa como es el caso del
·      La Casa de Aumente
·      La Casa Perico
·      La Casa Lugia
·      La Casa Carbacho

Son numerosas las anedotas que recuerdo de las abejas entre todas  ellas tengo presente con una mayor nostalgia algunas de ellas como:

 Cuando le salian los enjambres en los meses de mayo y junio de los truebanos que “Lulu Perico”tenian en la huerta al lado de Casa Lugia y se posaban en los sabugos al lado del camino. Los niños que ibamos para la escuela por la tarde nos quedabamos mirando con cierta admiración como se apelotonaban los racimos de abejas encima de los sabugos existentes a lo largo de la sebe del camino. Veiamos como “Lulu Perico”, les colocaba el queisiecho para poder recoger el enjambre sin apenas protección alguna. En una ocasión se le oi como le contaba a mi abuela que se le habían puesto bravbas y le picaran muchisimas, sin precisar la cantidad, pero me acuerdo que el hombre no llevaba calcetines y le decia a la abuela que le sibieran por las piernas y le picaran en todo el cuerpo, decia el hombre “en todo, en todo el cuerpo”con cierta aseveración.

En alguna ocasión durante el mes de junio no era difícil de ver en alguna parte de casa botatal grandes ollas llenas de cera repleta de miel,  y los restos del trabajo de esmelgar apretando las ceras con la mano, recuerdo con gran afecto a Maria de Botatal como apretaba las bolas de cera llenas de miel para dejarlas después recudir en un enorme colador.

Cortin de  Casa Botatal
Cortin de Casa del Conde


En otra ocasión siendo un crio de unos 4 años, fuimos a cortar miel con Manolo y Maria de casa el Conde, al cortin de Cheireo, llevabamos un borrico para traer las cera con el miel. Cortaron una gran numero de truebanos y para que no se alteraran demasiado las abejas llevaron lo cortado hasta el reguro de Cheiro donde me dejaron allí a mí y la miel cortada, me cuenta mi madre que cuando volvieron con la otra partida de miel, estaba comiendo miel de las ceras sin parar y gran cantidad de abejas revoloteaban al lado mio, picandome gran cantidad de ellas. Le inistia a mi madre que me quitase las moscas de al lado que me hacian daño, pero cuenta mi madre que seguia comiendo miel sin parar.

La miel siempre fue un bien muy preciado en el pueblo, se utilizaba como medicina para los catarros, como edulcorante antes de llegar el azucar y como regalo de enorme valor. Se regalaba a personas importantes que tuviesen algo que ver con las familias, abogados, medicos, alguaciles, curas etc. era una muestra del aprecio que se tenia de la persona en la familia.

Durante los años 80, la miel se llego a cotizar a 1.500 pts el kilo, lo que nos da una idea del valor que desde antiguo se le daba a este preciado alimento medicinal. En esta epoca tenian abejas en el pueblo la casa de Aumente y la casa de Botatal.



 Los hórreos y paneras de Oballo y Vega del Tallo


Hay quien afirma que la historia del hórreo comenzó con el Imperio romano (horreum). Sería una tecnología que éste dejó, y que perduró en algunas partes del norte de la Península Ibérica como un medio eficaz para mantener el grano a salvo de los roedores. Lo que es seguro es que uno de los nombres actuales de esta edificación proviene del latín. Sin embargo, la tecnología constructiva básicamente ya era conocida anteriormente por algunas comunidades celtas. Por lo tanto cabe también la posibilidad de que los hórreos del noroeste ibérico sean de origen prerromanico, hipótesis no descartable, aunque tampoco demostrable a falta de hallazgos arqueológicos.
Su principal función es la de guardar los alimentos generados y consumidos en la casería asturiana, al fin y al cabo durante siglos existió una economía de subsistencia donde los alimentos consumidos eran mayormente los producidos en la misma casería. Tres tipos de alimentos se almacenaron en él, en su interior y exterior se guardó la producción agrícola, escanda, centeno, manzanas, castañas y otros frutos, patatas, maíz, cebollas, fabes etc., el producto lácteo por excelencia, el queso, que da nombre a una de sus partes y los productos cárnicos derivados de la matanza anual que permiten su conservación, chorizos, morcillas, jamones y cecinas, llegando incluso en algun caso a realizar la salazón de las piezas de carne en ellos. En los corredores era frecuente ver colmenas o truebanos para la producción de miel.

En Asturias el uso del hórreo fue exclusivo de las clases más acomodadas, hasta el siglo XVI, donde comienzan a proliferar debido al aumento de la producción de la tierra.
La aparición de la panera es posterior a la del hórreo,  siendo su evolución de ligada al aumento de la producción agrícola en el siglo XVIII debido a la generalización del cultivo de plantas traídas de América como el maíz y la patata. Al adaptarse estas planta tan bien al clima atlántico aumentó la producción y con ello la necesidad de espacio para almacenarla bien dentro o colgando riestras en sus paredes o corredores, nacidos estos de la necesidad de caminar el alrededor de sus paredes.

Panera de Casa Carbacho
La diferencia fundamental entre hórreo y panera estriba en que el primero es de planta cuadrada y apoyos en sus cuatro esquinas, mientras la panera es de planta rectangular y además de estos cuatro apoyos lleva otros en sus lados más largos, en algunos casos supera en total la docena de pegollos. El tejado en el caso del hórreo se realiza con la unión en su punto central de los cuatro aguilones, en el caso de la panera se unen los aguilones dos a dos, llevando unas tijeras de estos a las paredes de la panera, la unión de los cuatro aguilones se realiza mediante una pequeña viga llamada cumbre o viga cumbrera.

 En Oballo y Vega del Tallo, cada casa tenia al menos un horreo, una panera, o ambos. El tamaño de la panera era indicativo de la capacidad pudiente de cada casa, ya que se construían en relación con la cantidad de productos a recolectar. Con el tiempo algunas casas derrumbaron estas construcciones o las transformaron perdiendo su valor etnográfico.

En el pueblo de Oballo, se conservan tres horreos y diez paneras, de las cuales dos tienen más de seis pegoyos distribuidas de la siguiente manera:

·      La panera de Casa Castellana, de 6 pegoyos
·      La panera de Casanueva, de 8 pegoyos, antigua panera de casa Fordalís (casa pudiente en el siglo XVIII y XIX).
·      El horreo de Trazas
·      La panera de Aumente de 6 pegoyos
·      La panera de Moirazo de 6 pegoyos
·      La panera de Perico de 6 pegoyos
·      La panera Carbacho de 6 pegoyos, anteriormente esta situada en el corral
·      La panera Barrial de 6 pegoyos
·      El hórreo del Barrial, hoy día de casa Caniecho
·      La panera Colas de 8 pegoyos,
·      La panera del Conde de 6 pegoyos
·      La panera Chiquito de 6 pegoyos
·      El hórreo de Botatal, anteriormente tenían también una panera en el corral.
·      La casa del Combo tenia un horreo en el corral que se quito al construir la nueva casa.

De todas ellas desde mi punto de vista las mejor conservadas, sin  modificaciones sunstanciales  en cuanto a su origen son:
·      El hórreo de Botatal y
·      La panera de Barrial

 En cuanto al pueblo de Vega del Tallo, se conservan cuatro horreos y dos paneras:
·      El hórreo de Antonon
·      La panera de Lindiano, de 6 pegoyos
·      Tres hórreos de Casa Bartuelo y
·      La panera de Celestino, de 6 pegoyos

Todas ellas en buen estado de conservación, manteniendo la tipologia inicial

Molinos de agua en Oballo

El aumento de las cosechas de cereales favorecido por la introducción de nuevas plantas en el campo asturiano diéron paso a la necesidad de moler la gran cantidad y variedad de cereales cosechados en las tierras, con el menor coste posible y evitar el desplazamiento a largas distancias para su molienda. A tal fin se debieron de construir en Oballo los molinos de agua que existieron y de los cuales algunos llegaron a nuestros días.

Los molinos son artilugios que se usan para moler todo tipo de grano: maíz, escanda, trigo, etc.

El molino, el edificio, consta de dos pisos o plantas independientes entre sí:
           
·      La planta baja, llamada “infierno” o “cárcavo”, que alberga la rueda hidráulica y los elementos que la gobiernan.
·      La planta alta o “sala de moler”, donde están los elementos de molienda y los accesorios para ello. Este cuarto suele ser ciego o, como mucho, tener un ventanuco.


Para recoger el agua necesaria para la molienda, se practica una presa que desvía parte del caudal del río hasta que gane cierta altura, a veces acumulándola en un depósito. Se deja caer el agua por un tubo que se va haciendo cada vez más estrecho y sale con más velocidad. Sale por una pieza, el “cubu” que se puede abrir o cerrar a voluntad desde la planta de arriba, accionando la “llave” o “paradera” y mueve la rueda, que, a su vez, mueve la piedra de moler. El mecanismo de rotación está compuesto por tres elementos:

El “rodezno” o rueda de palas que gira al recibir el agua que sale del cubu
El eje o “árbol”, que gira solidario con el rodezno
La “marrana”, viga horizontal sobre la que descansa todo el conjunto y que se puede gobernar desde la sala de moler mediante la “tiraora” o “levadoira”, sirve para regular la separación entre las “muelas”, para conseguir una harina más fina o más gruesa.

El extremo inferior del árbol se apoya en la marrana sobre una piedra oval que hace de rodamiento: “el sapu”. La parte superior del árbol es metálica y lleva una cruceta que atraviesa la muela fija y se incrusta en la muela móvil, haciendo que gire solidariamente.

El mecanismo de trituración está formado por dos piedras cilíndricas de entre 90 y 130 cm. de diámetro. La inferior es fija y convexa y se llama “frayón”; la superior es móvil, gira con el movimiento que le transmite el árbol, es de forma cóncava y se llama “volandera”. Por su cara de contacto se le hacen unos surcos, que hay que repasar cuando se gastan.

La velocidad de rotación no es conveniente que sobrepase las 120 rpm (revoluciones o vueltas por minuto), ya que quemaría la harina.

El grano se deposita en un depósito llamado “monxeca”. Cuando se abre el paso del agua con la llave, comienza a girar todo el conjunto: rueda, árbol y volandera; sobre ésta hay un palo, “la tarabica”, que al dar vueltas vibra y hace que el grano vaya cayendo de la monxeca sobre un agujero practicado en el centro de la volandera. La harina que va saliendo cae en un recipiente, el “merendal”, “blandal” o “brendal”.

Los molinos podían ser del pueblo o de particulares. En el primer caso, en la época de la molienda, se establecía un turno o “vecería”. En el segundo caso se pagaba al dueño una parte de cada saco, “la maquila”, entre 500 y 600 g.

En Oballo, se consevan en buen estado tres molinos que son:

·      El molino de la Begueraibou  de casa Aumente,
·      El molino de la Beiciecha de casa Trazas y
·      El molino de Chiquito situado en el prado del Molin.

 Anteriormente existían otros molinos que se derrumbaron con el paso del tiempo, de los que no se conservan ningún vestigio como:

·      El molino de la Beiciecha de Botatal
·      El molino del Rebao (había un molino que llevaban a medias entre la casa del Conde y la Casa de Perico), y estaba situado en el prado del Rebao del Conde y del que existen restos de las paredes.

Molino de Casa Aumente “ Prado de la Regueraibou


El Cortin de los lobos

Se trata de una antigua construcción de piedra que es denominada por los lugareños como "el Cortín de los lobos", se encuentra en la parte alta del valle de Bustantigo en la línea de cumbres entre los montes de Oballo-Vega del Tallo y Larna, aunque posiblemente  fuese utilizado por los pueblos de la zona que tuviesen ganado en estos montes. Esta situado a unos 400 metros de la Laguna de Brigueda y del vértice geodésico de Pena Ventana.

Se desconoce la fecha en la que fue construido, pero lo cierto es que la zona de Pena Ventana siempre estuvo ligada a la abundancia de lobos que diezmaban las poblaciones de ganado vacuno, caballar, ovino y caprino existentes en los pueblos de los alrededores, por lo que se construyo esta edificación para darles captura y controlar así la población de lobos.

Se trata de una construcción rectangular de unos 160 metros de perímetro, con una superficie de 1500 m2 similar a un cortín de abejas, la diferencia es que éste es más grande y tenia las bardas hacia dentro para impedir que los lobos volviesen a salir una vez dentro.



En el centro de la construcción, tenia un montículo donde se ataba una cabra, o una oveja para engañar al lobo, que entraba fácilmente dentro del cortín, pues la pared de la parte de arriba, por fuera estaba casi a ras del terreno, pero por el interior era tan alta que el lobo no conseguía salir y se quedaba atrapado. La cabra, cabrito o cordero, era utilizado como señuelo y nunca llegaba a ser comido, porque el lobo al verse atrapado sólo se preocupaba de salir y se olvidaba de la idea principal, que era comer el animal.
                                                         Molino de casa  Chiquito

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