lunes, 31 de octubre de 2011

Incendio forestal en la zona de Cheireo, 31 de enero de 2002

Incendio forestal en la zona de Cheireo

La oleada de incendios surgida en los ultimos días en la zona del río del Coto y la zona del Valledor en Allande, me hace rememorar los recuerdos del incendio que afecto a los  Montes de Oballo, Moal, Larna y Posada de Rengos, en enero de 2002. El fuego llego a los pueblos de Moal y Oballo poniendo en serio en peligro viviendas.

Durante las labores de extinción se  evidenció una carencia total en la zona de medidas preventivas  que favoreciesen el control y la extinción de los incendios. Esta carencia de medidas preventivas, puso a una buena parte de los vecinos del pueblo de Oballo en sobreaviso de lo que podia pasar en futuros incendios, pues es obvio que el abandono de los terrenos agricolas y ganaderos, trae consigo un aumento de zonas de matorral que con el tiempo llegaran a tener una gran continuidad hasta acercarse al lado de las mismas casas, con el consiguiente riesgo para las viviendas y  las personas que en ellas habiten.

Existe un antes y un despues de este incendio en el pueblo de Oballo, y me parece interesante darlo a conocer, con el fin de que su divugación pueda servir a mas pueblos que se puedan encontrar en la misma situación, para que diseñen un cojunto de medidas preventivas que puedan facilitar la labor a los equipos de extinción, ( limpieza y mejora de caminos, instalacion de puntos de agua para motobombas forestales, en algunos casos puntos de carga para helicopteros, apertura de cortafuegos, lineas de defensa etc...).

  Descripción de los hechos:

Durante el invierno del año 2002, tuvo lugar una oleada de incendios similar a la ocurrida en la segunda quincena del mes de octubre de este año 2011. El grueso de los incendios se localizo entre los días 29 de enero y el 2 de febrero, día que comenzó a llover sobre las 3 de la mañana. Uno de estos incendios afecto al monte de Oballo en su parte este, comprendiendo las zonas de: Cheireo, La Mata Rondiecha, La Uzona, el Parragón, Los Correchinos de la Manga,  El Cuchadiecho, el Valle de las Teixeras hasta el Alto el Navarin y el Valle de Bustantigo.  El incendio comenzó en los prados de Larna situados enfrente del Salto de Agua Blanca.

Las condiciones meteorológias eran muy apropiadas para la propagación de los incendios, altas temperaturas, viento sur con rachas fuertes y una época de sequía continuada que se llevaba produciendo a lo largo del mes de enero. Todos estos factores complicaron seriamente las labores de control y extinción del incendio llevadas a cabo por parte del personal encargado del mismo.  

Incendio en el valle entre el Parragon y la Pasada las Cheras visto desde el Campo del Cuchao


 En las labores de extinción que duraron casi 24 horas,  participaron medios aéreos  y terrestres, estas labores se vieron entorpecidas por lo escarpado del terreno y la falta pistas de acceso buenas que facilitaran el trabajo de los equipos de extincón en unas condiciones de seguridad aceptables.

En un primer momento, se trato de frenar el avance de las llamas a la altura del antiguo camino que va desde Oballo a Larna, pero esta labor resulto infructuosa como consecuencia del estado de abandono del camino, (se encontraba sin limpiar y en el tramo comprendido entre el Valle de Cheireo y el Teso Larco, de unos 300 mts aproximadamente, el suelo del mismo estaba lleno de pasos difíciles lo que impedía tener acceso y una ruta de escape rápida y en buenas condiciones para los equipos de extinción, por lo que se decidió acceder a la zona caminado.

Al no contar con el apoyo de los vehículos contra incendios, no se pudo controlar el avance de la cabeza del incendio en el camino lo que provoco que este siguiese ladera arriba en dirección noroeste favorecido su avance por el viento.


A medida que pasaban las horas el incendio iba creciendo en tamaño e intensidad. Con la llegada del ocaso el incendio ya se encontraba en las primeras casas del pueblo de Moal,  y acercándose peligrosamente al pueblo de Oballo. Las casas de Niceto, Gabriel, y Pepito en Moal, junto con la casa de la  Fuente y la cabaña del Fuexo en Oballo fueron las casas que corrieron mas peligro. Los equipos de extinción tuvieron que emplearse a fondo para impedir que afectase a las mismas.


Hacia las 3 de la mañana del día 1 de febrero, tras frenar el viento, comenzó a llover de forma torrencial, lo que permitió controlar y extinguir el incendio  en apenas una hora, para entonces, la cabeza del frente en cuanto a su flanco izquierdo, había conseguido cruzar el collado del Cuchadiecho, comenzando un descenso endiablado hacia la zona del Cabanal, las Traviesas y hacia la zona del valle del Cabreiro, y por lo que respecta al flanco derecho del frente, había cruzado el Caleiro, Pena Luciencia y el alto del Navarin, descendiendo por el valle de las Teixeras y Bustantigo.

Tras largas horas de trabajo, y antes de comenzar a llover, los equipos de extinción ya habían conseguido controlar en algunos casos y desviar en otros el avance del incendio que amenazaba las casas de los pueblos y ya había pasado el mayor peligro en la cabaña del Fuexo.

Cabeza del incendio cuando comenzó a llover a punto de cruzar la pista de la Vega del Tallo en dirección al monte Cabreiro, hora 2:45 de la mañana

 Al amanecer del día 2 de febrero, con el incendio controlado y humeando en algunas zonas, llega la hora de evaluar los daños. El paisaje era dantesco y desolador, el olor a quemado dominaba todo el valle. En apenas 20 horas, más de 450 ha. habían sido calcinadas por el fuego entre las que había  unas 90 ha. de arbolado donde predomina el roble, sobre el castaño y los fresnos.



Las regeneraciones naturales existentes en las orlas de los bosques y los bosquetes de Quercus pirenaica  de la zona de la Sienda las Muelas habían quedado reducidas a cenizas y con ellas un atraso  de más de 25 años para poder recuperarlas a su estado anterior.

En la zona del Eschavachin y la Cabuerca, las masas de roble albar y rebollo, fueron las más afectadas, pues en ellas el fuego se había comportado con mayor virulencia llegando a quemar algunos robles de copa.

A todo lo anterior hay que añadir el empobrecimiento del suelo como consecuencia de la acidez provocada por el incendio y la escorrentía al quedar el suelo desnudo a las inclemencias del tiempo hasta que cubra de nuevo de vegetación.

En las labores de extinción participaron numerosos medios humanos y materiales que vieron dificultadas sus labores por la falta de accesos al monte y por la lejanía de puntos de agua donde repostar las cisternas de los vehículos contra incendios y asimismo la lejanía de los puntos de agua para la carga de los medios aéreos helicópteros.

Los puntos de carga para helicóptero mas cercanos eran las lagunas de Muniellos o el embalse de Pilotuerto situados a un minimo de 15 minutos en el caso de las lagunas y de 30 minutos en el caso del embalse. De igual manera el lugar mas cercano de carga  para los vehículos contra incendios es el río de Moal a unos  45 minutos. En tiempos de trabajo en las labores de extinción estos son demasiado grandes para podar actuar de manera eficiente en ellos.

El abandono paulatino desde los años 70 por parte de los vecinos del pueblo de la ganadería (caprino, ovino y bovino, apenas quedan a día de hoy 8 cabezas de ganado vacuno en el pueblo),  trae consigo que desaparezca la presión que sobre el monte ejercían las cabezas de ganado, lo que además impedía que el matorral fuese desproporcionado  y las masas existentes no fuesen de gran continuidad. De esta forma los incendios si se producían eran de fácil control. Este abandono sumado al de los cortinales que rodeaban el pueblo al quedar  los prados  abandonados por la falta de actividad en ellos, esta provocando la creación de una masa continua de matorral que  une el monte directamente con las casas del pueblo, llegando como suelen decir los vecinos “el monte a las casas”, factor este que sumado a una época de altas temperaturas pueden provocar el consiguiente riesgo alto de incendios para el propio pueblo.

 Incendio al anochecer en la zona de la Mata Rondiecha, en la parte inferior derecha, el pueblo de Oballo 
 

Ante esta situación consideramos oportuno la mejora del viejo camino entre Oballo y Larna, así como la posibilidad de facilitar los terrenos necesarios para la construcción de un  punto de agua para helicóptero en la zona que sirviese para mejorar los tiempos de respuesta de estos medios ante un incendio, dando además  cobertura con él a los montes colindantes.

Tras varias charlas con el Técnico Forestal de la zona de Cangas del Narcea, donde le comentamos nuestra inquietud por los hechos acaecidos durante el ultimo incendio, así como por los peligros que entrañarían los pueblos de la zona en futuros incendios, como consecuencia del abandono de los terrenos agrícolas, le sugerimos la posibilidad de ceder los terrenos necesarios para la construcción de un punto de agua para carga de helicopteros con capacidad para 168 m3, que sirviese de apoyo en las labores de extincion de futuros incendios forestales en los montes de Oballo y montes limítrofes de Vega del Tallo, Lartosa, Larna, Moal y Muniellos...

Con ello conseguíamos tener un sistema de extinción de incendios en los terrenos del pueblo de Oballo, de tal manera que los tiempos de respuesta en las labores de extinción de un incendio se reducen a la minima expresión, hecho esté ultimo que se constato en el incendio acaecido en los montes de Lartosa y Vega del Tallo del pasado 18 de octubre de 2011 donde en algunos momentos de la extinción los helicópteros apenas tardaban 3 minutos entre descarga y descarga, utilizando el punto de agua de Oballo.

La obra salio adelante y el punto de agua  se construyo, no sin incidencias como desgranaremos en la siguiente entrada. Del mismo modo se consiguió la reparación del camino entre Oballo y Larna con bastantes discrepancias por parte de algún vecino que tambien desgranaremos en futuras entradas.



 Video del incendio de Oballo en enero de 2002







          El día 31 de enero de 2002, las condiciones meteorologicas eran muy favorables para la propagación de los incendios, existiendo varios activos por todo el concejo de Cangas del Narcea, desde la zona de campo del Forcado pudimos captar con la camara un incendio declarado en la zona de Pomar de las Montañas en el que no había ningun equipo de extinción. En las imagenes se aprecia una tremenda bola de fuego que sobresale sobre el monte como una explosión, tal vez provocada por gases inflamables producidos por el pino al arder. Aunque las imagenes no son de buena calidad, si que son un buen documento grafico sobre los peligros que pueden entrañar el fuego. El primer monte que se ve es el monte de Lartosa, el siguiente es el monte de la Viña en donde hay tres focos de un incendio activos y en la loma siguiente donde se encuentra la bola de fuego, es la loma que divide el  monte de las San Felix de las Montañas del monte de Pomar de las Montañas de donde sale el incendio. 

                                                            
Explosión en Pomar de las Montañas

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