Durante su estancia en la zona los romanos iniciaron una intensa actividad minera en los montes de Oballo y Vega del Tallo, quedando vestigios de sus explotaciones mineras tanto ferruginosas como auríferas.
Según algunos historiadores el nombre de la Sierra de Ferroy que se le da a la sierra que existe entre los montes de Vega del Tallo, Lartosa y Combo y que los vecinos de la zona conocen por el nombre del monte Cabreiro-Piqueras, viene dado posiblemente por la concentración de mineral de hierro en la zona y algunas de las cortas que se ven en la ladera consideran que provengan de la explotación de este mineral.
Pena L’Ancanta Chano L’ Arquiecha
Pero sin lugar a dudas el mayor vestigio de explotación minera romana en la zona sea el yacimiento aurífero que encuentra en la zona del Caleiro y la Fana que abarca los valles de Vache Oscuro y el Vache de la Teixeras y la zona de la Pena L ’ Ancanta. El yacimiento del Caleiro vierte hacia el valle del Cabreiro, presentando una forma alargada mas ancha en la parte alta y estrechándose hacia abajo con el fin de facilitar la instalación en la parte baja de una zona de lavado del material. Se trata de un yacimiento de origen primario.
El caserío del Cabanal, quizás proceda de las antiguas construcciones existentes durante la explotación aurífera llevada a cabo por los romanos en la Fana y el Caleiro, lo mismo que ocurre con las casas del Corralín en Degaña que proceden de los asentamientos romanos de la época de la explotación de los yacimientos auríferos de la zona.
En la zona de Chaviada en el prado de Casa Carbacho identificado catastralmente por la parcela 266 del polígono 66, en la zona oeste de la citada parcela, se encuentran vestigios de una antigua bocamina. En la zona se pueden encontrar restos de rocas con forma de escoria procedentes de fundición. Tienen un aspecto ferruginoso y un elevado peso. Los lugareños que conocían la zona siempre consideraron que la citada bocamina procedía de una mina de hierro por el color de las rocas y la tierra de la zona con unos tonos muy ferruginosos. Además las gentes mayores de la casa Carbacho, comentaron que anteriormente existía una entrada de varios cientos de metros, desconozco si esta información la conocían por haber visto ellos mismos la bocamina, o por oidas de los antepasados.
Fotos de la zona de extracción aurífera romana
Desconozco que mineral se extrajo en la zona, si son restos de una antigua mina romana o por el contrario se trata de una mina de hierro explotada con posterioridad, lo cierto es que las rocas de la zona tienen las mismas características que los afloramientos rocosos del Calerio ( Pena L’ Ancanta ). Los historiadores sitúan en esta zona, minería subterránea de la época romana tanto de mineral de oro como de hierro.
Si observamos con detenimiento la ladera que baja desde El Caleiro hasta el Los prados de Chaviada, observaremos como la superficie del terreno se encuentra bastante alterada con fuertes pendiente seguidas de zonas llanas ( Prado del Eschavachin de la Fonte , La Cabuerca de Castellana, los Prados de Chaviada de Trazas y Carbacho ), lo que denotan una intensa actividad minera en la zona.
Existe otro yacimiento aurífero romano cercano en la zona de Cheireo, situado encima del pueblo de Ventanueva en el monte de Posada de Rengos y que comentamos por su proximidad a la zona de Oballo. En él se ve la corta del yacimiento primario en forma de concha. En la parte baja de la montaña se encontraba un lavadero superficial de mineral situado encima de la curva antes de llegar a Ventanueva al lado de arriba de la casa de Ferreira.
Debo de incluir en este apartado de explotaciones romanas en los montes de Oballo la zona que conocemos por la Cueva de Can, situada a lado de abajo del antiguo prado de Moirazo del Tesolarco (hoy todo a monte raso). En la zona se encuentran una serie de calicatas profundas en el terreno con el fin de producir los futuros desprendimientos de la roca. En la parte de abajo de la corta existen canchales de piedra procedentes del derrumbe de la roca.
Yacimiento minero en Cheireo (monte de Posada de Rengos ), abajo Castro de Vantanueva
La zona de la Cueva del Can en Penoucueto, la Cueva del Tesolarco, junto con la zona de Pena L’ Ancanta en el Caleriro, siempre estuvieron relacionadas con lugares misteriosos, y encantados donde vivían según la antigua mitología asturiana Xanas y Cuélebres. En cualquiera de los dos lugares, el visitante tiene la sensación de no encontrarse solo, como si alguien tuviese observándote y siguiendo tus pasos. A medida que te adentras en estos parajes, la sensación es de aislamiento del resto del mundo y como si remontases unos cuantos años atrás en el tiempo, dando la sensación que estos lugares tuviesen mucho que contar de una historia ya pasada.
Entrada de la Cueva del Can
En cuanto a la Pena L ’ Ancanta, se decía que en la zona vivía una Xana (mujer de pequeña estatura, hermosa y de cabellos rubios y largos) que se la veía salir todos los días a tender la colada. Mientras esperan a que la ropa lavada se secara, se dedicaba a cantar y bailar. También podía estar hilando (filando), y todos sus instrumentos, desde las tijeras (les tixeres) hasta el huso (fusu) o la rueca son de oro, así como los ovillos con los que trabajaba. Tienden los cadexos a la luz de la luna para que el primer rayo de sol los convierta en oro. En ocasiones, las xanas cambian los bebés de alguna madre por uno de sus xaninos, para que éste reciba el bautismo, sea amamantado por su madre adoptiva o aprenda a hablar como los humanos.
En medio de la Pena L ’Ancanta hay un agujero, cuenta la leyenda que se introduces la cabeza dentro de él escucharás el sonido de las olas del mar. Lo cierto es que al introducir la cabeza en el agujero se produce el efecto de bóveda y suena un ruido de fondo producido tal vez por el efecto del aire, o producido por el propio el cuerpo humano. La zona también se la conoce en la zona con el nombre del “ Caleiro “, existen numerosas rellanos con forma de carboneras, donde comenta la gente mayor que según les contaron los antepasados en ellas se hizo gran cantidad de cal para la construcción del convento de Corias.
Existen tambien numerosas leyendas sobre tesoros escondidos en el monte Oballo y Vega del Tallo.
Cuenta una leyenda que existe un tesoro escondido por los moros en la zona de Pena L’ Ancanta y que se trata de la piel de un buey lleno de monedas de oro.
Pena L’Ancanta donde se puede apreciar el agujero al que hace mención la leyenda.
La leyenda cuenta que un hombre paso toda su vida buscando el tesoro de los moros y en una ocasión que había quemado el monte, vio días después del incendio como de la zona quemada salía una columna de humo, acercandose al lugar comprobo que la columna de humo salia del suelo sin ningun tipo de llama, (era un fuejo de subsuelo), e introdujo en el lugar la vara de avellano que usaba para caminar enterrandose esta hasta la mitad, sin darle ninguna importancia al hecho en sí. Al llegar al pueblo y contar lo ocurrido a la gente, estos comenzaron a decirle que igual era el lugar donde estaba escondido el tesoro que tanto andaba buscando. Por lo que el hombre reempredio el regreso a la zona que humeaba, en busca de su ansiado tesoro, pero por mucho que busco jamas pudo encontrar de nuevo el lugar donde salía la columna de humo. La leyenda cuenta que el hombre murió de pena, sin haber encontrado el tesoro de los moros.
Estos dichos y leyendas estan relacionados con lugares mitológicos y el mismo nombre del lugar de pena L’ Ancanta nos indica el lugar magico que encierra la zona, todo ello esta relacionado con la mina de oro que los romanos explotaron en la zona.
La existencia de las explotaciones mineras en la zona durante la época romana, dieron lugar a la construcción en unos casos y mejora en otros, de vías de comunicación que dieron lugar a la apertura de caminos o vías romanas para facilitar el acceso a las zonas de extracción y que con el paso del tiempo, estas vías se convirtieron en las vías de comunicación que hoy conocemos como tales.
Según algunos historiadores, partiendo de Ventanueva el camino de acceso hacia las explotaciones mineras de Oballo y Vega del Tallo era presumiblemente por la zona de Cruces por la zona del cortinal de la Chalga hacia Moal, donde se dividiría en dos, partiendo un camino que cruzaría el puerto del Connio hacia Ibias y otro camino que partiendo de Moal subiría por Oballo hacia el Cuchadiecho en dirección a las explotaciones auríferas del Caleiro y la Fana para después bajar hacia el pueblo de Vega del Tallo y unirse a la vía de comunicación que subía por el río del Coto hacia la zona del Pozo de las mujeres muertas, y que daba acceso al gran numero de explotaciones auríferas existente en la zona, y que hoy conocemos como la carretera de La Regla de Perandones a San Antolin de Ibias.
Mapas de los castros, yacimientos y vias romanas en la zona de Oballo y Vega del Tallo
Presa del Parragon
Foto sacada desde la misma presa en el Parragon
Creo interesante añadir la existencia de una presa de agua que estuvo en funcionamiento hasta los años 1970 – 1980 que lleva el agua desde los regueros a ambos lados del Parragon, hasta los prados del Fuexo de Casa Casanueva, Casa Aumente y casa Perico, también la aprovechaba para el riego la Cabuerca de Castellana, para regar este ultimo la presa cruzaba el camino que sube al Cuchadiecho a la altura de la entrada del prado del Eschavachin de Casanueva.
La presa que comúnmente se conoce como la Presa del Parragon llevaba el agua desde esta zona hasta la zona del Cuchadiecho, durante muchos fue utilizada por los vecinos para regar las fincas. Pero quizás el origen de la presa sea bastante más antiguo y tenga algo que ver con las minas romanas que existieron en la zona.
1 comentario:
Tiene trabajo este blog
muy bien
Juanjo
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